jueves, 24 de abril de 2014

Al otro lado de la cordillera




Hoy haremos un homenaje a la expresión que tomó forma en este blog a través de su título de portada: "Lo único constante es el cambio". Hace un par de años atrás estaba convencida en que Buenos Aires era mi hogar, estamos hablando de hace 3 años en realidad, cuando decidí quedarme.

2014 llegó y con ella una gran decisión, la de seguir mi camino cruzando la cordillera de los Andes, Chile sería mi próximo destino. ¿Por qué especialmente hoy si al fin y al cabo fue una decisión que ya tiene sus días encima? Porque tengo pasaje de ida pero no de regreso, el 14 de mayo, fecha en la que mi abuelo materno, el abuelo Gino, cumple 96 años... a modo de comentario, hace unos días mis abuelos cumplieron 67 años de casados... En fin, a perseguir metas personales y profesionales, lo hago con firmeza y con un poco de intención de aventura desmedida. El amor sí moviliza después de todo.

Sí,
alguna vez pensé que podría quedarme en Buenos Aires toda la vida, fue un pensamiento bien fundamentado en ese entonces. No creo que las personas cambien, creo que nuestro entorno cambia, al menos eso fue lo que influyó también después de todo. Buenos Aires enamora, y el primer amor nunca se olvida.

Chile, allá voy con todo, espero que no me recibas con un temblor.